“Pasión, Gloria y Dolor”
La historia de Jorge “Chillanejo” Cabezas, es también mi historia y la historia de la gran mayoría que vive lejos de Calama, inclusive muchos que no conocen Tierra Santa y que ni siquiera saben donde queda, pero que son motivados por esa pasión que nos llena el alma, que se mete en nuestra piel y nos convierte en amos, también en esclavos, que nos ha dado dicha y también tristeza… eso es COBRELOA, un grande que llegó a ocupar parte de nuestra existencia, que se metió en nuestra vidas tal cual fuese un pariente… un pariente querido al cual debemos ayudar, querer y apoyar.
“Chillanejo” nos representa fielmente con su historia y su apreciación, solo cambian los protagonistas, el lugar y tal vez los tiempos… yo por ejemplo estuve en la gloria misma, mi historia empezó antes, vi a Cobreloa por primera vez un 07 de Diciembre de 1980 cuando ganó su primera estrella, fue un amor a primera vista, me deleité con jugadores como Ahumada,Pedetti, Tabilo, Mario Soto, un impasable Armando Alarcón, un fabuloso Víctor Merello. ¿cómo olvidar esa cita con mi destino? ¡Imposible!
Viví en directo esas Copas Libertadores, donde mi pasión subió a mil y donde vibre con cada encuentro, con cada triunfo y lloré de impotencia en esas dos finales perdidas, como también lo hice el 2015 cuando perdimos la categoría y en el 2018 cuando teníamos todo para subir y Cobresal nos mató la ilusión.
Tuve el privilegio de ver en cancha a un plantel de verdaderos guerreros, un siete pulmones como Puebla, Juan Carlos Letelier, Jorge Siviero, los hermanos Gómez, mi amigo Trapo Olivera, Fournier, Merello, Tabilo, Covarrubias, Alarcón… verdaderos monstruos,
lamentablemente la bonanza se fue diluyendo y nos fuimos resbalando poco a poco hasta caer al abismo… abismo en que hoy estamos, pero no hay mal que dure mucho tiempo… el optimismo, la fe y la esperanza prevalecerán siempre en el verdadero hincha, el que está en la buenas y mucho más en las malas, el que sueña semana a semana con una mejor suerte y que sufre en silencio con la noble convicción que de esta saldremos.
Amigos, COBRELOA es grande y seguirá siéndolo… sé que volverá a su sitial, pero solo, es difícil, por lo tanto debemos estar ahí… nuestras vibras positivas ayudarán a lograrlo.
¡Vamos que se puede!
Esteban Luján