SU NOMBRE ES COBRELOA
En Calama, tierra de sol y cobre, tierra de mineros, de gente buena y
sufrida… nació en el siglo pasado, en un 7 de Enero de 1977, un gigante…
un gigante que le dio vida y alegría al desierto… y que en poco tiempo
conquistó el corazón de su gente, su nombre es COBRELOA. Su grandeza
lo hizo popular, los triunfos lo consolidaron, tanto que traspasó fronteras,
llegando a ser temido internacionalmente.
No había barreras que impidieran el paso de este nuevo equipo que
engrandecía el balón pie nacional y lograba en tan poco tiempo
apoderarse de un merecido sitial y adentrarse en el corazón de los
chilenos, que vieron con esperanza que, Chile por fin tenía un club temido
y respetado, tanto en el plano nacional como también internacional.
Un COBRELOA que llegó a muchos rincones… que se consolidó como el
gigante de América y el cuarto grande de Chile.
Un COBRELOA que por malas administraciones cayó en un pozo negro,
en el cual llevamos ya ochos años luchando por revertir la situación…
pero a pesar de haber quedado en desventaja todo este tiempo, nadie ha
podido quitarnos el cuarto lugar, ni menos la grandeza conquistada con
tanto esfuerzo y lograda por un grupo de personas que no le importó el
clima ni la soledad del desierto y que creyó ciegamente en el proyecto que
se les estaba presentando… que sacrificó su vida, su tiempo y su familia…
que se adentró en la resequedad y altura de Calama logrando lo que se
habían propuesto.
Hoy muchos de estos héroes ya no están en este mundo, otros en el olvido
recordando lo que aportaron y sufriendo en silencio por lo que vive hoy el
gigante.
Brindémosle un merecido reconocimiento a estos héroes que muchos no
conocieron y otros los han olvidados, grandes personajes que le dieron
vida y grandeza a un club de provincia, un club que en poco tiempo se
convirtió en leyenda.
Amigos, el que tiene pasión y sobre todo si vivió esa época, no tiene
derecho a olvidar… y yo personalmente no me he olvidado de esa época, ni
menos de esos héroes y lo que brindaron… y nunca lo olvidaré.
No puedo explicar esta pasión porque no lo van a entender, ni menos la
veces que lloré cuando perdimos cosas importantes, también los ascensos
que no supimos consolidar, pero eso terminará, porque a pesar que faltan
dos finales por jugar, nadie nos podrá privar de la ilusión… de ese sueño
logrado con tesón.
Hoy tenemos la oportunidad otra vez y la convicción nos indica que…
subiremos esta vez.
Esteban Luján
